Dentro del mundo de la urbanística, uno de los procedimientos que ha ganado mayor importancia en los últimos años es la rehabilitación de fachadas.

Esto debido a la necesidad que existe de que aquellas edificaciones más antiguas, que ya cuentan con muchos daños y el efecto del paso del tiempo, además del deterioro en la estructura, de que estas vuelvan a verse  con todo el esplendor con el que se han visto en el pasado.

Rehabilitar fachadas es muy importante por diferentes motivos y para hacerlo de la forma adecuada, existen distintas técnicas mediante las cuales se conserva no solamente la estructura, sino el aspecto de aquellas fachadas antiguas, así que en n este artículo te explicaremos por qué es tan importante una restauración de fachadas.

¿Qué es una rehabilitación de fachadas y cuáles son los motivos para hacerlo?

Siempre que hablamos de rehabilitación de fachadas, sabemos que se trata de ciertos procedimientos que se llevan a cabo para volver a darle valor a aquellas edificaciones que ya tienen muchos años.

Para llevarlo a cabo, se emplean distintos tipos de técnicas y un conjunto de acciones que apuntan a las mejoras de ciertos problemas estructurales existentes, debido al paso del tiempo.

La rehabilitación de fachadas en casas antiguas suele tener como premisa la conservación de aquellos elementos estructurales que se encuentran bien mantenidos, para reestructurar y refaccionar todos aquellos daños que hayan afectado tanto a su estética, como a su estructura.

Las obras que se realizan en estas rehabilitaciones están destinadas a mejorar determinadas partes de la fachada, que se suele ver deteriorada por distintos factores que tienen que ver con los agentes del exterior.

El agrietamiento de las paredes por humedad y las inclemencias del clima, como lluvias, vientos o nieve, entre otros, es lo que comienza a deteriorar las estructuras de toda la casa en general y de las fachadas en particular.

Es muy importante rehabilitar el frente de un edificio, para revertir estos efectos del paso del tiempo. Se trata de un tratamiento que se debe realizar de manera periódica, ya que de esta forma, las obras que se realizarán para mantener la salud de la fachada del edificio serán menores.

En el caso de que pase mucho tiempo y que los problemas estructurales de la fachada sean mayores, las obras que deberán llevarse a cabo para reestructurarla deberán ser mucho más exhaustivos, y, por lo tanto, más caros.

Además, la no restauración de una fachada puede ser perjudicial también para la calidad de vida de los vecinos, no solo visualmente, sino también estructuralmente, ya que el desprendimiento de algún material, o cualquier otro problema puede poner en peligro a aquellas personas que circulen por las inmediaciones de la vivienda o el edificio.

Por qué rehabilitar la fachada de nuestro edificio

Una fachada es la primera impresión de cualquier vivienda o cualquier edificio y su rehabilitación puede ser la mejor forma de devolverle el valor y la vida a una edificación, que se verá mucho mejor, pero que también se encontrará mucho más sana de manera estructural.

1.    Reducir el riesgo a los vecinos

En una vecindad que existen fachadas con demasiado deterioro producto del paso del tiempo o del clima, es muy probable que la estructura de la misma comience a desprender algún tipo de elementos.

Este desprendimiento de materiales puede ser un hecho muy desafortunado para los vecinos del barrio, que circulan por la zona y particularmente por el edificio de la fachada vencida, ya que puede llegar a ocurrir algún tipo de accidente y en el caso de que así sea, los responsables directos serían la comunidad de propietarios.

Un accidente por desprendimiento de materiales de una fachada en mal estado puede ser la causal de demandas, de las que tendrán que hacerse cargo los propietarios.

2.    Mejora la calidad y la estética de la vivienda

La fachada es lo primero que vemos cuando nos encontramos con el exterior de un edificio, y es que es s la carta de presentación de la vivienda y por lo tanto, lo que le puede llegar a aumentar su valor.

Una fachada en mal estado puede poner incómoda a toda la comunidad de vecinos, debido a que afecta a la apariencia del edificio considerablemente.

3.    Pone en valor el edificio

La rehabilitación de una fachada es positiva en muchos aspectos. No solamente se trata de mejoras tanto ornamentales como energéticas, logrando una estética superior para el hogar, pero también una mayor salud de la estructura en general, sino que además hace que cualquier tipo de vivienda aumentó considerablemente su valor económico.

4.    Se logra un mejor aislamiento térmico

La rehabilitación de fachadas cubre distintos tipos de aspectos mediante procedimientos llevados a cabo por profesionales y entre esas acciones, una de las que más se destaca es la de utilizar elementos que mejoran el aislamiento térmico, para evitar la transferencia de temperatura.

El aislamiento térmico aumenta considerablemente el confort de las viviendas, además de proteger la estructura del inmueble, debido a que las consecuencias de los agentes externos y de los factores climáticos no afectan directamente a las paredes frontales del edificio.

Existen distintos tipos de sistemas para restaurar fachadas, como el de Fachada Ventilada, SATE, o enfoscado de mortero con cemento, entre otros, que apuntan a un mayor confort y habitabilidad.