Los masajes eróticos tienen la capacidad de romper completamente con la monotonía que normalmente surgen en la intimidad con tu pareja y es que gracias a la estimulación de la piel, las caricias, la manipulación de los músculos, besos y roces, es posible dar y recibir un gran placer a través del cual, se pueden descubrir y experimentar nuevas sensaciones, además de optimizar la salud.
Beneficios de los masajes eróticos
Aunque suele ser bastante agradable y placentero ponerte completamente a manos de tu pareja, a través de los masajes eróticos también puedes disfrutar de recibir una dosis de bienestar junto a cada caricia, ya que éstas:
- Optimizan la comunicación y el sexo con tu pareja.
- Estimulan todos los sentidos.
- Alivian los nervios y calman la mente.
- Optimizan la circulación de la sangre.
- Optimizan la autoestima, ya que hacen que ambos se sientan deseados y sobre todo amados.
Guía para dar y recibir masajes eróticos
Comienza decidiendo cuando será el momento apropiado para el masaje, recuerda que es necesario contar con suficiente tiempo, no tener ninguna prisa y evitar todas las posibles interrupciones, además, debes elegir un lugar donde puedes preparar una atmósfera adecuada para el momento, es necesario que en la habitación haya una cama, sofá o una alfombra con algunos cojines en los cuales se puedan acostar.
Asimismo, es recomendable que elijas un lugar que tenga una luz sutil y coloques un poco de música de fondo, después podrás empezar con el masaje erótico de la siguiente manera:
- Pídele a tu pareja que se acueste boca abajo, de tal manera que puedas empezar masajeando su espalda, ya que al ser una de las partes más fuertes y lisas que posee el cuerpo, por lo tanto responde muy bien a distintas clases de caricias.
- Esparce un poco de aceite para masaje sobre tus manos y presiona suavemente su piel, realizando movimientos lentos y circulares.
- Usa las palmas y los dedos para trazar un camino desde su cuello, pasando por sus hombros y brazos, después sus caderas bajando por sus piernas, hasta que finalmente llegues a sus pies.
- Derrama un poco de aceite sobre tu pecho y luego comienza a frotarlo en la espalda de tu pareja, haciendo movimientos ascendentes y descendentes. Masajea sus caderas con movimientos circulares y después mueve ambas manos de manera muy suave hacia sus muslos, pasa por sus piernas y llega a sus pies.
- Pídele a tu pareja que se coloque boca arriba y comienza masajeando su cuello, desliza las manos hacia sus hombros y pecho, pasando por sus costados y sigue bajando. Después sube de nuevo por la parte interna de sus piernas y muslos agregando cierta velocidad, de manera que parezca que la inercia te guiará hacia a su entrepierna, pero detente lentamente antes de tocar sus genitales.
Como verás, este tipo de masajes eróticos son todo un arte, y ya sea que estés dando o recibiendo un masaje, tienes que relajarte y dejarte llevar para poder disfrutar de una experiencia sensual y única con tu pareja.