La construcción es uno de los sectores que más genera empleo alrededor del mundo, dado que tiene una gran importancia en la economía de los países.

Sin embargo, la obra puede resultar muy dura para aquellos que deseen comenzar en el mundo laboral sin ningún tipo de experiencia específica. Las exigencias físicas del sector lo convierten en uno de los trabajos más duros en la actualidad.

¿Por qué es tan dura la obra?

Dentro de una obra, hay un empleo que tiene mucha oferta por ser uno de los más exigentes físicamente, y es el de peón de construcción. El peón de construcción realiza diversas tareas y encargos prácticos que puedan ayudar a los trabajadores cualificados que participan en el proyecto de obra.

Una de las tareas más duras que debe realizar el peón de construcción es el traslado, carga y descarga de materiales, preparar el cemento o realizar excavaciones.

También se encarga de controlar las máquinas, como las hormigoneras, las máquinas de bombeo, una elevadora, y hasta de conducir los camiones y vehículos usados en el sector de construcción.

Entre sus funciones se encuentra mantener el sitio de trabajo limpio, y ofrecer mantenimiento a las máquinas y herramientas empleadas para garantizar que estén en buenas condiciones y funcionales para su próximo uso.

Al tratarse del trabajo de peón uno de los más exigentes físicamente, los trabajadores que quieran formar parte de la obra deben contar con una gran fuerza y resistencia física para que pueda transportar y elevar materiales o cargas, que se requieran en la construcción.

Tampoco deben sufrir de vértigo, ya que muchas veces trabajará a una elevada altura, de lo contrario su trabajo puede verse afectado.

Por lo general, los trabajos de obra son al aire libre, por lo que se requiere estar preparado para diferentes condiciones climatológicas, desde un fuerte calor hasta un intenso frío.

¿Quiénes no deben trabajar en la obra?

La condición física y salud de las personas influye mucho a la hora de buscar empleo en una obra. Cuando padecen de diferentes enfermedades o afecciones, lo más recomendable es que no trabajen en el sector de construcción.

No es un trabajo para las personas que padecen de enfermedades en la piel, como los eccemas, dado que estarán expuestos a materiales y productos que pueden provocar la aparición de esta, y otros problemas.

Las personas que sufran de problemas o dolencias respiratorias, como el asma, tampoco pueden realizar los trabajos de un peón de construcción. Su capacidad respiratoria no está en las mejores condiciones para soportar las exigencias físicas de subir y bajar escaleras, con materiales pesados durante largas jornadas.

Tampoco deben sufrir de sobrepeso o de colesterol alto, ya que es una condición que no ofrece un buen rendimiento en el trabajo, y puede afectar gravemente la salud de los trabajadores.

De igual manera, si se padece de enfermedades lumbares inespecíficas, las cuales provocan problemas al manipular cargas.

¿Por qué muchos buscan trabajos de obra?

Aunque los trabajos de obra son exigentes y duros, muchos trabajadores buscan una oportunidad para formar parte de un proyecto de construcción.

El principal motivo de esto es la facilidad para acceder. En la mayoría de los casos, para cumplir con las tareas de cargar o descargar materiales, preparar cemento o limpiar las herramientas, no se requiere de conocimientos específicos, o de mucha experiencia.

Son trabajos que cualquiera, en las condiciones físicas adecuadas, puede realizar dentro de la obra. Esto aumenta las posibilidades de contratación, permitiendo a muchas personas sin estudios obtener un empleo.

Por otro lado, es una forma de ganar buen dinero de forma rápida. Hay jóvenes que buscan hacer dinero sin tener que estudiar tanto tiempo, eligiendo la construcción como un punto de inicio que le permita generar ingresos.

¿Qué esperar de este sector como peón?

En un principio trabajar en proyectos de obra puede resultar llamativo para los jóvenes por la posibilidad de ganar dinero con facilidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, las exigencias físicas terminarán por pasar factura, tanto en el cuerpo como en la mente.

El cansancio físico y mental puede ser bastante alto, provocando que decaiga el rendimiento durante los trabajos de obra. Las largas horas pasando frío o calor, subiendo o bajando materiales, manipulando maquinarias o vehículos, termina por desgastar a las personas.

Cuando la mente está más cansada, su capacidad para concentrarse y mantenerse atenta disminuye, esto aumenta los riesgos de sufrir accidentes, o exponer a riesgos a los compañeros de trabajo.

En el sector de construcción ocurren numerosos accidentes todos los años que terminan con la vida de los trabajadores. Además, en los períodos de crisis de los proyectos de construcción, el peón es el más afectado por la situación, siendo los primeros en perder el trabajo.

En el caso de querer iniciar como peón de construcción e ir escalando posiciones, resultará bastante duro si no se tiene la suficiente motivación, dado que el desgaste físico provocará que la formación resulte menos efectiva.

Son pocos los proyectos que ofrecen una contratación, así que al finalizar la obra, los trabajadores deben buscar nuevamente quien los contrate.